THE THING: ¿CÓMO DISTINGUIR UN ALIENÍGENA DE UN TERRÍCOLA?
Las tan denostadas obturaciones de amalgama podrían sernos muy útiles en caso de invasión extraterrestre, ya que, según los guionistas de esta película, todos los que tienen este tipo de empastes son humanos con seguridad
La Cosa (The Thing) es la precuela del clásico de 1982 del mismo título, dirigido por John Carpenter. La belleza misteriosa de un continente extraordinario, la Antártida, sirve de telón de fondo para una misión científica. Un hallazgo que abre posibilidades inimaginables se convierte en una lucha por la supervivencia cuando un grupo de investigadores internacionales descubre a un alienígena. La criatura tiene la habilidad de cambiar de forma a voluntad y convertirse en la copia perfecta de cualquier ser humano. La paranoia se extiende como la pólvora entre los científicos infectados por el misterio llegado de otro planeta. La paleontóloga Kate Lloyd y el piloto Braxton Carter unirán sus fuerzas para impedir que la criatura mate, uno a uno, a todos los miembros del equipo.
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Este es uno de los problemas a los que se enfrenta el grupo de investigadores en la Antártida: el alienígena devora a los humanos y luego es capaz de replicar sus células y clonarse, hasta ser idéntico a la persona destruida. Así que la paranoia y el miedo se instalan en el grupo y todos desconfían unos de otros. Por ello deciden hacer un análisis de sangre, ya que, de esa manera, se pueden detectar esas misteriosas células que son capaces de copiar y replicarse.
El problema es que el laboratorio se destruye; de hecho, lo destruye el extraterrestre, ya que los científicos en esa fase no saben aún que tienen un invasor entre ellos.
Ante este contratiempo, la paleontóloga Kate Lloyd se da cuenta de un detalle. Una de las víctimas
que encuentran, y que La Cosa estaba replicando, tenía un placa metálica debido a una fractura. La
Cosa replica células vivas pero no metales. De esta forma, la manera de saber si alguien es humano o no, será sencilla. Bastará observar la boca de cada científico y ver quién tiene amalgamas. Todos los que tienen obturaciones de este tipo son, por tanto, humanos con seguridad. La duda se plantea ante los que muestran una boca sana, ya que éstos pueden ser extraterrestres replicados. Como dice uno de los protagonistas, resulta que los que tienen buena higiene dental, usan hilo o tienen obturaciones de composite resultan ser sospechosos... ¡Que injusticia!
Así que las tan denostadas obturaciones de amalgama podrían sernos útiles en caso de invasión extraterrestre. Se han escrito miles de páginas sobre las obturaciones de amalgama, tanto a favor como en contra, pero nunca nadie defendió semejante ventaja. ¡Qué imaginación tienen los guionistas de cine!
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