sábado, 30 de noviembre de 2013

PACIFIC RIM

Hannibal Chau, el malo de la película interpretado por Ron Perlman, se apunta a la moda de los grillzs que ha contagiado el mundo de la música, el espectáculo y, ahora también, el cine de ciencia ficción

Unas impactantes piezas decorativas cubren de oro su dentadura


  Desde hace veinte años no sorprende descubrir a Ron Perlman en una película de Guillermo del Toro. Este actor, de rasgos inconfundibles, ha trabajado con el realizador mexicano en proyectos
como Cronos, Blade II o Hell Boy I y II.
  Para quien no le venga su rostro a la cabeza, bastará con que piense en él con el rostro teñido de rojo y unos cuernos cortados en la frente dando vida a ese demonio creado para el cómic por Mike Mignola y llevado al cine por del Toro.
  Perlman ha sido la Bestia en La Bella y la Bestia, el diablo rojo en Hell Boy y un hombre primitivo en En busca del fuego; ha hecho del malo de la película en títulos como Drive o Bunraku y su impactante físico resulta reconocible en decenas de títulos. A él y a Santiago Segura, Guillermo del Toro los considera un valor seguro y cuenta con ellos siempre que puede. De hecho en su última producción, Pacific Rim, ideó para ambos un peculiar negocio: vender órganos de Kaiju, unas criaturas gigantes que provienen de otros mundos y cuyo único cometido parece ser la destrucción de todo lo que se mueve en el planeta Tierra. En esa empresa, que naturalmente es ilegal, Segura trabaja como ayudante de Hannibal Chau, el personaje al que interpreta Ron Perlman, cuyo aspecto merece una detallada descripción.
  La ropa de Chau, diseñada por Kate Hawley, consiste en una especie de levita de color rosa y una corbata amarilla. Lleva unos sorprendentes zapatos dorados, sobre los que del Toro reserva un chiste para quienes se quedan en la sala mientras aparecen los títulos de crédito; tiene las manos repletas de anillos de oro y se oculta tras unas gafas que le permiten disimular un ojo mutilado y una enorme cicatriz.Por si fuera poco el dorado con el que salpica toda su indumentaria, luce unos impactantes grillzs que cubren también de oro su dentadura.
  Se apunta así Hannibal Chau a una moda que parece haber contagiado el mundo de la música, del espectáculo y ahora también del cine de ciencia ficción. No hace demasiados meses que el actor James Franco aparecía en Spring Breakers, una película dirigida por Harmony Korine, convertido en un personaje perverso y haciendo ostentación de unos impresionantes grillzsFranco interpretaba a un rapero, territorio en el que hay que buscar el origen de esa práctica de cubrir los dientes con piezas de metal de diferentes formas y tamaños, y compartía con el personaje de Hannibal Chau su afición por el lado salvaje y peligroso. Aunque aquella no era una película de ciencia ficción, no deja de resultar curioso que el nombre del rapero fuera Alien.
  Si Madonna, Miley Cirus o Justin Bieber se han atrevido a lucir una sonrisa metálica, estaba claro que el cine no podía pasar por alto un elemento tan poderoso visualmente como los grillzs. Aunque los dentistas los desaconsejemos y a pesar del debate estético que suscitan, parece que en la pantalla grande los grillzs, como antes los tatuajes o los piercings, se han convertido en un complemento que, de momento, lucen orgullosos sobre todo los malvados.


                                          Director: Guillermo del Toro | Intérpretes: Charlie Hunnam, Idris Elba, Rinko Kikuchi,
                                                 Charlie Day, Diego Klattenhoff, Burn Gorman, Max Martini, Robert Kazinsky, Ron Perlman,
                                                      Santiago Segura | País: Estados Unidos Año: 2013 | Duración: 131 min | Guion: Travis
                                                      Beacham, Guillermo del Toro | Fotografía: Guillermo Navarro | Música: Ramin Djawadi


                                                        Hanibal Chau deja entrever con su media sonrisa las piezas decorativas insertadas en su dentadura.

                                         

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