Philippe Petit concibió su idea de caminar sobre un alambre tensado entre las dos Torres Gemelas al ojear una revista en la sala de espera de un dentista, así que cuidemos las publicaciones que dejamos a disposición de nuestros pacientes. ¿Quién sabe que sueños pueden despertar?
|
Hace unos meses tuve la ocasión de ver una película muy interesante, a medio camino entre el documental y el cine basado en hechos reales. La película está ambientada en Nueva York y recrea el momento de la construcción de las Torres Gemelas, desde el punto de vista de un personaje cuyo sueño o locura era “alcanzar las nubes”. La película se titula Man on wire. En ella se cuenta la vida de un famoso funambulista francés que desafi ó todas las prohibiciones y peligros, y el 7 de agosto de 1974 caminó sobre un alambre tensado a 409 metros de altura entre las Torres Gemelas, mientras los transeúntes y la policía le observaban sin poderse creer lo que estaban viendo. Philippe Petit, el protagonista de nuestra historia, atravesó ocho veces ese alambre y al acabar fue detenido y estuvo en la cárcel. También, dicho sea de paso, salió en todas las portadas de los periódicos de aquellos días y su “hazaña” le hizo famoso. La película, que está narrada por el propio Petit, cuenta con testimonios de algunos de sus amigos y mezcla, además, dramatizaciones con material fi lmado en aquella época. Hasta aquí, los datos que doy se pueden encontrar en cualquier crítica de cine o en la sinopsis de la película, pero estamos aquí en una revista de y para dentistas, así que desvelo ya qué relación tiene esta película con nosotros. En una de las dramatizaciones, se recrea a un Philippe Petit joven que acude a la consulta de su dentista. Mientras está en la sala de espera, ojea distraído una revista, hasta que una imagen capta su atención: es la construcción de las Torres Gemelas, lo que serían los edifi cios mas altos del mundo cuando estuviesen construidos. En ese momento nuestro protagonista, fascinado por la altura de esas torres, decide lo que después conseguiría realizar: tensar un alambre entre las dos y caminar tocando las nubes. En un momento que nadie le mira, arranca la página de esa revista y se escapa, sin quedarse a su revisión. Otro dato curioso en la misma escena, es el de un paciente que también está sentado a su lado en la sala de espera. Tiene un fl emón y lleva un pañuelo atado alrededor de la cara, con un nudo en la cabeza. Sí, exactamente como en las viñetas de los tebeos. La acción se sitúa alrededor de 1970 y los guionistas de cine, que tanto se molestan en comprobar la veracidad de algunos datos, en este caso recurren a la caricatura. Yo nunca he visto así a nadie en nuestras consultas. Sin embargo, el cine muchas veces nos juega esas malas pasadas y se desinteresa de la realidad para situarnos en la caricatura más fácil. Supongo que nos costará mucho trabajo salir de los tópicos donde suelen situarnos, pero debemos luchar por cambiar esa imagen anacrónica y poco realista en que muchas veces nos asigna el séptimo arte. Una cosa es cierta, Philippe Petit encontró su sueño en una revista de la sala de espera de un dentista, así que cuidemos las revistas que dejamos a disposición de nuestros pacientes. ¿Quién sabe que sueños pueden despertar? |
miércoles, 30 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Del sillón de un guionista o de un director de cine solo se crea espectaculo,del de un dentista realidad.Es normal que en las peliculas veamos caricaturas de muchas profeciones .El cine es el septimo arte , pero más que eso es un negocio.La fórmula es:espectaculo = dinero.No da espectaculo (dinero) un señor en la sala de espera de un dentista medicado sin dolor , lo que da es un señor con un pañuelo en la boca mientras espera con miedo su turno.Pero si os sirve de consuelo ,recuerdo una peli que el marido le decía a su mujer, ¿sabes por que tu fontanero no aparece en el lístin telefónico ?, por que no quiere que lo encuentren para darle una paliza.En fin Lo de las revistas es verdad,vamos muy sensibles al medico, tenga la especialidad que tenga y el material que puedes encontrar en la sala de espera no puede ser el mismo que en la Pelu, no es lo mismo hacerte unas mechas , a que te saquen la del juicio.
ResponderEliminarUn saludo El Chatarrero