El duque de York se convirtió en Rey de Gran Bretaña, con el nombre de Jorge VI, después de la polémica abdicación de su hermano Eduardo VIII, debida a su relación con la divorciada Wallis Simpson. Jorge VI padecía un problema de tartamudez que constituía un gran inconveniente para el ejercicio de sus funciones, ya que las nuevas tecnologías, como la radio, iban a hacer que sus discursos fuesen seguidos por toda la nación, y no solo por el círculo más intimo que conocía sus dificultades.
Para superar este problema, decidió recurrir a Lionel Logue, un logopeda poco ortodoxo interpretado por Geoffrey Rush. Entre estos dos hombres tan diferentes irá surgiendo, poco a poco, una gran amistad y trabajarán juntos para lograr vencer este defecto. El nuevo Rey se basa en las enseñanzas de Logue para leer un importante discurso que es transmitido en directo por radio en el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.
El guionista de esta película, David Seiler, se interesó mucho por la figura de Jorge VI después de superar su propia tartamudez. Con los datos que fue encontrando, imaginó la relación entre estos dos hombres. Nueve semanas antes de la filmación, los cuadernos Logue fueron descubiertos y las citas de ellos se incorporaron al guión.
ODONTOLOGÍA Y LOGOPEDIA
El tema de esta película me pareció muy interesante ya que, aunque no habla de dentistas, sí que habla de una profesión muy cercana a la nuestra y con la que colaboramos estrechamente: los logopedas.
En nuestra práctica habitual algunos pacientes requieren un tratamiento multidisciplinar, como es el caso por ejemplo de los pacientes con fisura palatina. En estos casos todos somos conscientes de la participación del cirujano, del odontólogo, del ortodoncista y, aquí, el logopeda es indispensable. En otros problemas no tan complicados tenemos tendencia a olvidarnos de ellos, por eso me parece importante desde esta columna, aprovechando la ocasión que nos brinda esta película, enfocar más de cerca su labor. Además de los problemas de pronunciación, el trabajo de los logopedas va también dirigido a corregir hábitos como la deglución atípica, la posición de lengua baja, o la respiración bucal que tantos problemas causan o que agravan en muchos casos las maloclusiones que pueden presentar nuestros pacientes. Para ello es imprescindible conocer bien cómo trabajan y cómo ha ido evolucionando una profesión como la logopedia que, aunque hoy en día está bien reglada, tuvo unos comienzos difíciles.
La cinta nos muestra los métodos poco ortodoxos de este profesional que, aunque resultan chocantes y provocan el rechazo de los logopedas más tradicionales, demuestran ser más eficaces y los únicos que al final ayudarán al Rey a corregir su problema.
Poco a poco iremos descubriendo que nuestro protagonista no es realmente logopeda. En realidad en un actor que ha ido perfeccionando sus propios métodos para declamar y que, gracias a ellos, ha ido experimentando y buscando soluciones para personas con dificultad en el lenguaje. Sus métodos triunfan allí donde el sector más conservador sigue fracasando una y otra vez. Sus detractores le denunciarán ante el Rey por ser un impostor, ya que carece de diplomas. Pero una vez que el Rey comprueba que sus atípicos métodos le ayudan mucho más que lo que le han ayudado todos los logopedas oficiales con sus técnicas obsoletas, terminará no solo encomendándose a este hombre como profesional de confianza, sino también como amigo.
No pretendo desde aquí defender el intrusismo en ninguna profesión, por supuesto. Hoy en día no cabría encontrarnos con un caso como este. Las escuelas imparten formación avanzada en todos los casos y ese es el único camino para acceder a cualquier profesión que se desee, pero es cierto que hace años las cosas no eran así, y a veces las nuevas técnicas venían de sectores extraños o al menos inesperados. No debemos olvidar que la propia odontología empezó siendo labor de barberos. Desde entonces hasta hoy en día ha pasado mucho tiempo y las cosas han cambiado mucho, y a mejor. La investigación ya no es labor de iluminados sino de gente muy preparada que trabaja con método y rigor, aunque es cierto que no está mal tener esa chispa de imaginación y originalidad que posibilitan que nuestras técnicas de trabajo sigan mejorando.
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