lunes, 29 de diciembre de 2014

"LLÉVAME A LA LUNA", 
DE PASCAL CHAUMEIL

Una exitosa mujer con suerte en el amor trata de romper la maldición de su familia: el primer matrimonio termina en divorcio; para evitarlo, decide buscar alguien al azar con quien casarse y divorciarse, antes de casarse con su querido novio.

Una dentista y un trotamundos

"Llévame a la luna" y "Un plan parfait" podrían ser los títulos de dos películas diferentes, pero son simplemente la manera con la que se conoce el último filme de Pascal Chaumeil según en qué país se estrene. Lo cierto es que el realizador francés debe estar acostumbrado a estas modificaciones porque su anterior película "L´arnacoeur" en el mercado francés y "Heartbreakers" en el anglosajón, en español sufrió una modificación y sus protagonistas, dos hermanos dedicados a provocar la separación de parejas enamoradas,  no fueron los rompecorazones sino "Los seductores".

Y es que, cuando se trata de titular comedias como las de Chaumeil, todo depende de dónde se ponga el acento. Si se piensa en que la protagonista de "Un plan parfait" idea un sistema para que la “maldición” que lleva a todas las mujeres de su familia a fracasar en su primer matrimonio y triunfar en el segundo, resulta fácil sintonizar con ese título. Si en lo que uno se detiene es en la secuencia en la que la pareja sobre la que recae el peso de la historia se aventura a experimentar con la gravedad cero, como si estuvieran en pleno viaje galáctico, entonces "Llévame a la luna" es un título convincente.

La cuestión es que Chaumeil sigue la misma ruta que se planteó en su anterior película: búsqueda de un pretexto argumental, que no importa que se encuentre fuera de toda lógica pero que tendrá como eje central las aventuras y desventuras que provocan los temas del corazón.  Una vez claro el detonante, es fundamental definir a los personajes; él es un viajero, aventurero despreocupado, capaz de meterse en todo tipo de líos sin inmutarse… así que una ocupación perfecta es la de escritor de guías de viaje para trotamundos. Ella comparte la vida y la profesión con alguien a quien conoció cuando estudiaba, tiene una posición económica desahogada y se siente orgullosa del orden y del equilibrio conseguido. Para ese perfil Chaumeil ha decidido que ella y su novio sean dentistas. Diana Kruger, Helena de Troya en la película de Wolfgang Petersen, interpreta a la protagonista femenina. Junto a ella Dany Boon, actor y director de películas como Bienvenidos al Norte.

El primer encuentro entre el trotamundos y la dentista se produce en un avión, pero será en la consulta de ella donde tiene lugar uno de los momentos más excesivos. Allí la peligrosa odontóloga, armada con su  anestesia, tratará de acallar al viajero para evitar que su novio, con el que comparte consulta, descubra el secreto de una boda sinsentido en el otro lado del planeta. Si Chaumeil pensó en contraponer la vida azarosa de un escritor aventurero frente a la sosegada existencia de una profesional de la odontología, está claro que esta secuencia le sirve para dar el necesario giro de ciento ochenta grados que toda comedia necesita. Así que mientras él abandona la consulta cojeando y con la cara hinchada a causa de la anestesia, ella empezará a destejer su vida perfecta.

Y, como de lo que Chaumeil quiere hablar es de que en el amor todo es posible, el final feliz de Llévame a la luna resulta predecible e inevitable.
 Título Original: Un plan parfait/ Dirección: Pascal Chaumeil /
Guion: Laurent Zeitoun, Yoann Gromb/ Música: Klaus Badelt/
 Fotografía: Glynn Speeckaert / Intérpretes: Diane Kruger, Dany Boon,
Etienne Chicot,Yoli Fuller, Robert Plagnol, Alice Pol /
Producción: Quad Productions / SCOPE Invest
 /Scope Pictures /Año: 2012/Duración: 105 minutos
Escena de la película





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