"LOS HERMANOS SISTERS",
DE JACQUES AUDIARD
DE JACQUES AUDIARD
Vaqueros, cepillos de dientes y polvo dental
"En 2005 Thomas Bidegain, el coguionista de esta historia,
eligió el western para realizar su primera película, Mi hija, mi hermana
(Les Cowboys en su título original). Ahora, catorce años más tarde,
junto con Jacques Audiard, conocido y reconocido cineasta francés que en
2009 dirigió Un profeta, ha vuelto a adaptar una historia
ambientada en el Oeste americano. Sin embargo, ni Bidegain ni Audiard
son norteamericanos, ni su cultura tiene nada que ver con las aventuras que
tuvieron, o que algunos soñaron que tuvieron, lugar en las extensas praderas de
ese país. Ambos provienen del cine francés e incluso a alguno de ellos no le
gusta el western, como ha llegado a afirmar el propio Audiard.
Sin embargo Los hermanos Sisters, la última película
del cineasta francés, premiada con el Premio al Mejor Director en el Festival
de Venecia es un western. Como también lo es el Premio al Mejor Guión en ese
mismo certamen, La balada triste de Buster Scruggs de los
hermanos Coen. Buena edición para el género norteamericano por
excelencia, aunque el western de Audiard dinamite algunos de los tópicos
habituales y hubiera conseguido descolocar sin remedio a John Wayne.
Aquí los paisajes de Oregón y la ruta hasta California están en
realidad en Navarra, Zaragoza, Almería o
Rumanía. La población de Jacksonville se sitúa en la navarra sierra de Andía y
los hombres rudos que viajan a caballo, duermen a la intemperie y no piden un
whisky sino una botella, relatan sus sueños y hablan de sus sentimientos y de
sus inquietudes.
En este universo que Audiard y Bidegain han sacado
de una novela de Patrick Dewitt llama la atención un detalle que se
repite varias veces a lo largo de todo el filme. Se trata del interés de
algunos de los protagonistas por la salud bucodental. Seguramente no ha sido
ajeno a ninguno de los guionistas la importancia que el mundo de los dentistas
ha tenido en el western. En muchos filmes del Oeste aparecen consultas de
odontólogos, que muchas veces hacen también las labores de barberos o comparten espacio con baños
públicos, y se pueden ver carteles anunciadores de consultas y secuencias
inolvidables donde los dentistas llevan la parte protagonista. El propio Doc
Holliday, participante en el duelo de OK Corral, fue uno de los dentistas
más famosos del Oeste y su leyenda se ha contado en el cine en numerosas
ocasiones.
Pero en Los hermanos Sisters lo que aporta el mundo de la
odontología son esos pequeños detalles que hacen que una historia resulte
verosímil y próxima. Cuando en un momento determinado John C. Reilly
(que interpreta al hermano mayor de los Sisters, Eli), entra en
una tienda a por provisiones se fija en un objeto nuevo para él, un cepillo de
dientes de gran formato y una caja con una especie de polvo. Informado de que
eso sirve para limpiarse la dentadura, Eli Sisters adquiere el “invento”
y, gracias a las instrucciones de uso, que la cámara enfoca en otra de las
secuencias, procede a su bautismo de limpieza dental. El dentífrico en polvo,
al que en esa época se había comenzado a añadir una dosis de jabón (aportación
de un dentista norteamericano llamado Peabody), provoca en la boca del
curioso y limpio Eli Sisters una importante cantidad de espuma. Pero lo
que sobretodo consigue es que introduzca en sus hábitos cotidianos el de
limpiarse la boca. Faltaba poco para que el Dr. Sheffield, siguiendo los
consejos de su hijo, que se había fijado en cómo los pintores extraían pequeñas
dosis de pintura de un tubo, patentara los nuevos recipientes, que ahora nos
resultan tan cotidianos, para la pasta de dientes. Todavía el dentífrico era en
realidad un “polvo de dientes” que se conservaba en pequeñas cajas como la que
compra Eli Sisters para su uso personal.
Pero, cuando parece que aquello ha sido una anécdota, el filme
insiste y resalta la importancia de la salud dental en la época; al fin y al
cabo se trataba de un sector que florecería a partir de la segunda mitad del
siglo XIX y que llegaría a levantar algunos imperios económicos en
Norteamérica. En esta ocasión Eli Sisters aparece limpiándose los
dientes por la noche, en mitad del campo. Detrás de él aparece la figura de
John Morris (el personaje que interpreta Jake Gyllenhaal), otro de
los compañeros de viaje en esa lucha por conseguir oro que empuja a todos los
personajes hacia la deriva. Él también se limpia los dientes en plena
naturaleza. En un lugar donde las comodidades no existen, el hogar queda
demasiado lejos y la higiene personal se limita a algunas paradas esporádicas
en pueblos demasiado alejados entre sí, la limpieza de los dientes se convierte
en una rutina diaria, aunque uno se encuentre en mitad de la nada.
Y, por si fuera poco esta declaración de intenciones, en Los
hermanos Sisters tampoco falta la publicidad sobre los servicios de los
dentistas en forma de carteles que empapelan algunos rincones de pueblos
perdidos. “Me he planteado la película como una película de época”, ha
afirmado Audiard. De eso no cabe duda y, como buena película ambientada
en 1850, la importancia de la salud bucodental se impone en la vida de la gente
de ese tiempo. Era algo que, afortunadamente, había llegado para quedarse.
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