Su siguiente empresa cinematográfica
llevaba por título Alleluia y, por si no había quedado suficientemente claro lo
que le interesaba, esta película ponía sobre la mesa todas las pistas ya que no
era sino una versión de Los asesinos de la luna de miel de Leonard Kastle
(1970) y Lonely Hearts de Todd Robinson(2000), que
a su vez estaba basada en una historia real de un hombre y una mujer que se
dedican a engañar a mujeres solteras y viudas para robarles y acabar con ellas.
En la versión de Du Welz la protagonista femenina era la actriz española Lola
Dueñas y con este trabajo el realizador de origen belga estuvo en el festival
de Cannes.
Así que con este itinerario vital, nada
atípico en un cineasta europeo contemporáneo, en 2015 du Welz llega a EEUU
donde puede poner en marcha un proyecto con mayor presupuesto, un poco más
acción e importantes dosis de violencia. Message from the King está rodada en
los Ángeles, aunque su protagonista es un hombre de color que llega desde
Suráfrica para lo que parece ser una misión personal, una venganza que tendrá
como telón de fondo los acontecimientos vividos por su hermana, una mujer
llamada Bianca que se fue a Los Ángeles años atrás y cuyo destino quedó marcado
por el peligroso entorno del que se rodeó.
King no es sino el apellido de este ángel
exterminador que está dispuesto a hacer justicia, al menos la que esté a su
alcance. En sus investigaciones llegará curiosamente hasta la consulta de un
dentista, el doctor Wentworth, con el que mantiene más de una conversación
interesante. La primera de ellas, como no podía ser de otra manera, es la que
tiene lugar en la misma consulta cuando King se hace pasar por paciente para
realizar la toma de contacto. Detrás de él, en la sala de espera, un enorme
cartel con una chica de gran sonrisa que contrasta con la tragedia que el
protagonista carga sobre sus hombros y que le llevará a no esbozar ni el más
leve gesto de alegría en toda la película. Una vez en el interior de la
consulta el dentista constata lo poco que al paciente le gusta rellenar
formularios, “como me pasa a mí”, le dice, y se entera de que está allí por
recomendación de su hermana Bianca. “¿No la recuerda? También me dejó otra
cosa, la estoy cuidando por usted”. Por si no había quedado claro que el
dentista era, como ocurre en muchas ocasiones, el malo de la película, este
paso de King por su consulta lo evidencia del todo.
Las siguientes frases del dentista no
dejan duda de la personalidad que le han dedicado los guionistas: es un hombre
frío, calculador, que no tiene inconveniente en meterse con la hermana de su
paciente pese a saber que está muerta, y que entiende que, como no podría ser
de otra forma, lo que King busca es dinero. El doctor Wentworth es
ambicioso y calculador y combina su profesión de dentista con otros encargos
fuera de la ley. Su conversación con King, que proseguirá en una cafetería, una
vez que se ha visto que aquello no era una visita profesional, contiene algunas
frases como “casi siempre se trata de dinero” o “un americano medio gasta unos
diez mil dólares a lo largo de su vida en sus dientes, en esta ciudad cuatro o
cinco veces más”. Y, finalmente, realiza una comparación entre los ginecólogos
y los dentistas que, al menos desde su punto de vista, le proporciona la
convicción de que el desarrollo de su profesión le convierte en un ser
todopoderoso capaz de obtener la confianza de quienes se ponen en sus manos.
A lo largo de Message from the King queda
claro que el doctor Wentworth, además de tus tejemanejes y sus trampas y
chantajes, va repartiendo enseñanzas y consejos a los personajes más
inverosímiles. De ahí que uno de ellos, cuando le abra la puerta de la mansión
de un rico productor de cine en cuya casa ha tenido lugar la tragedia de
Bianca, lo primero que le diga sea: “Uso hilo dental como dijo”. El problema es
que junto a estos consejos sanitarios el dentista no pierde el tiempo y se
dedica a aprovecharse: “Eres un chantajista”, “No eres más que un puto
dentista”, “Me estás exprimiendo”, serán algunas de las acusaciones que le proferirá
el productor. Pero él mantiene la calma y se dedica a observar no solo a
quienes le rodean sino también su dentadura. Por eso sabe que King no parará en
su empeño y tendrá que acabar con él antes de que él se le adelante: “Éste no
es como su hermana”, le dice el dentista al productor de cine. “Sus dientes son
distintos. Él se cuida. Puede decirse mucho por los dientes de alguien”. Y
efectivamente, lo que asegura el doctor Wentworth es que alguien que
se cuida los dientes es tenaz y no deja sus empeños tan fácilmente.
DURACIÓN: 102 MINUTOS
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