lunes, 30 de agosto de 2010

UN ACUARIO EN LA CONSULTA


¿Qué tienen en común Buscando a Nemo y El escritor? Quizás simplemente una pecera…

Uno de los personajes de El escritor termina uno de sus comentarios diciendo “…tan típico como un acuario en la consulta de un dentista”. Pero, ¿es tan típico encontrar un acuario en una clínica dental? En Sydney, al menos, así lo parece, a juzgar por la pecera del ortodoncista que aparece en Nemo.

Como podréis comprobar, hoy escribo sobre dos películas muy distintas. Una de ellas es una estupenda cinta de animación que muchos habréis visto -sobre todo los que tenéis hijos pequeños-, producida por Pixar y que se estrenó en el 2003. La otra, en cambio, se ha estrenado en marzo de este año. Sobre Buscando a Nemo, la relación de la película con nuestra profesión es evidente. En una película donde todos los protagonistas son peces, los únicos humanos que aparecen son un dentista, en realidad un ortodoncista, y una de sus pequeñas pacientes, bastante revoltosa y que luce una vistosa fuerza extraoral.
La consulta de este profesional es magnífica, moderna y claramente definida como la consulta de un especialista -y nosotros aquí, en España, seguimos debatiendo sobre las especialidades…-. Nos llama la atención lo bien reflejado que está el ambiente de una consulta del siglo XXI, con tecnología punta y a la vez ambiente acogedor, y un detalle que es el que quiero resaltar: una preciosa pecera, colocada probablemente tanto como objeto ornamental como por su función de distraer y relajar a los pacientes en la sala de espera.
Relacionar esta película de animación -dirigida en principio a un público infantil, aunque muchos adultos sigamos disfrutando con estas propuestas- con una película dirigida por Roman Polanski, cuyo tema es de intriga política, parece a primera vista cogido con alfileres.
Y, en cierto modo, es cierto. Sólo una pequeña referencia me hizo recordar hace poco, mientras veía El Escritor, esta otra que vi hace ahora 7 años.
En un momento determinado, y en plena investigación sobre el libro que está escribiendo, nuestro escritor termina visitando a un individuo bastante inquietante, quien tuvo relación con el ex primer ministro británico. Al entrar en la casa de este personaje, nuestro protagonista se queda mirando una pared donde hay numerosas fotos del propietario de la casa junto a personalidades importantes.
Al ver que el escritor se interesa por sus fotos, este personaje hace un pequeño comentario sobre esto.
“Sí, el muro de la vanidad: todos tenemos uno, tan típico como un acuario en la consulta de un dentista”.
Reconozco que me hizo gracia la frase. ¿Es tan típico como menciona la película que tengamos acuarios en nuestra consulta? No lo sé. Probablemente sea algo frecuente en ¿Estados Unidos? ¿En otros países? Pero aquí, en España… Yo al menos no conozco a nadie. Puede ser que me equivoque… ¿Cuántos acuarios habrá en las casi 20.000 clínicas dentales de nuestro país? No sé, creo que aquí la frase en cuestión carece de sentido, aunque con lo que nos influye el cine americano, puede que en pocos años terminemos todos teniendo acuarios en nuestras consultas. Bueno, lo dejo aquí, que salgo ahora mismo a comprarme uno, y unos peces exóticos. ¡No vaya a ser que me esté perdiendo algo importante!

3 comentarios:

  1. Peces... no, soamente las tipicas revistas (algunas de las cuales te preguntas quien las habra comprado) que como metodo de distracción, vale si el tiempo de espera es pequeño porque sino empiezas a pensar en lo que vendra después y tranqulizante no es.
    En cambio, tener una pecera por lo menos abarcara los cinco minutos siguientes en que has visto todas las portadas de las revistas sin interesarte por ninguna, y que te toque tu turno.
    Me parece una buenisima idea.

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  2. Pues después de ver Buscando a Nemo si voy al dentista (o donde sea) y me encuentro con un acuario creo q liberare a los peces por el baño, jeje. No me creo q vierais la película y seáis capaces de querer parecería en nada al pedazo de bruto insensible q es el dentista en cuestión....pobres pececillos....

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  3. He visto tu comentario y creo que te lo pensarás mejor y no comprarás esa pecera.No creo que una pecera relaje mucho, ver a cada momento como los pobres animales abren la boca sin tene nada que decirse, eso solo paso una vez en The Meaning of Live.Hay cada guionista! se les ocurre cada cosa, que podría inspirar una peli que se podría llamar por ejemplo "Buscando al Memo" ..del guionista.
    Que Malo soy.
    El Chatarrero

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