UN ACUARIO EN LA
CONSULTA
¿Qué tienen en común Buscando a Nemo y El
escritor? Quizás simplemente una pecera…
Uno de los personajes de El escritor termina uno de sus
comentarios diciendo “…tan típico como un acuario en la consulta
de un dentista”. Pero, ¿es tan típico encontrar un acuario en una
clínica dental? En Sydney, al menos, así lo parece, a juzgar por la
pecera del ortodoncista que aparece en Nemo.
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Como podréis comprobar, hoy
escribo sobre dos películas muy
distintas. Una de ellas es una estupenda
cinta de animación que muchos
habréis visto -sobre todo los
que tenéis hijos pequeños-, producida
por Pixar y que se estrenó en
el 2003. La otra, en cambio, se ha
estrenado en marzo de este año.
Sobre Buscando a Nemo, la relación
de la película con nuestra
profesión es evidente. En una película
donde todos los protagonistas
son peces, los únicos humanos
que aparecen son un dentista, en
realidad un ortodoncista, y una de
sus pequeñas pacientes, bastante
revoltosa y que luce una vistosa
fuerza extraoral.
La consulta de este profesional
es magnífica, moderna y claramente
definida como la consulta de un
especialista -y nosotros aquí, en
España, seguimos debatiendo sobre
las especialidades…-. Nos llama
la atención lo bien reflejado que
está el ambiente de una consulta
del siglo XXI, con tecnología punta
y a la vez ambiente acogedor, y un
detalle que es el que quiero resaltar:
una preciosa pecera, colocada
probablemente tanto como objeto
ornamental como por su función de
distraer y relajar a los pacientes en
la sala de espera.
Relacionar esta película de animación
-dirigida en principio a un
público infantil, aunque muchos
adultos sigamos disfrutando con
estas propuestas- con una película
dirigida por Roman Polanski, cuyo
tema es de intriga política, parece
a primera vista cogido con alfileres.
Y, en cierto modo, es cierto. Sólo
una pequeña referencia me hizo recordar hace poco, mientras veía
El Escritor, esta otra que vi hace
ahora 7 años.
En un momento determinado, y
en plena investigación sobre el libro
que está escribiendo, nuestro escritor
termina visitando a un individuo
bastante inquietante, quien tuvo
relación con el ex primer ministro
británico. Al entrar en la casa de
este personaje, nuestro protagonista
se queda mirando una pared
donde hay numerosas fotos del propietario
de la casa junto a personalidades
importantes.
Al ver que el escritor se interesa
por sus fotos, este personaje hace
un pequeño comentario sobre esto.
“Sí, el muro de la vanidad: todos
tenemos uno, tan típico como un
acuario en la consulta de un dentista”.
Reconozco que me hizo gracia la
frase. ¿Es tan típico como menciona
la película que tengamos acuarios
en nuestra consulta? No lo sé. Probablemente
sea algo frecuente en
¿Estados Unidos? ¿En otros países?
Pero aquí, en España… Yo al menos
no conozco a nadie. Puede ser que
me equivoque… ¿Cuántos acuarios
habrá en las casi 20.000 clínicas
dentales de nuestro país? No sé,
creo que aquí la frase en cuestión
carece de sentido, aunque con lo
que nos influye el cine americano,
puede que en pocos años terminemos
todos teniendo acuarios
en nuestras consultas. Bueno, lo
dejo aquí, que salgo ahora mismo a
comprarme uno, y unos peces exóticos.
¡No vaya a ser que me esté
perdiendo algo importante! |
Peces... no, soamente las tipicas revistas (algunas de las cuales te preguntas quien las habra comprado) que como metodo de distracción, vale si el tiempo de espera es pequeño porque sino empiezas a pensar en lo que vendra después y tranqulizante no es.
ResponderEliminarEn cambio, tener una pecera por lo menos abarcara los cinco minutos siguientes en que has visto todas las portadas de las revistas sin interesarte por ninguna, y que te toque tu turno.
Me parece una buenisima idea.
Pues después de ver Buscando a Nemo si voy al dentista (o donde sea) y me encuentro con un acuario creo q liberare a los peces por el baño, jeje. No me creo q vierais la película y seáis capaces de querer parecería en nada al pedazo de bruto insensible q es el dentista en cuestión....pobres pececillos....
ResponderEliminarHe visto tu comentario y creo que te lo pensarás mejor y no comprarás esa pecera.No creo que una pecera relaje mucho, ver a cada momento como los pobres animales abren la boca sin tene nada que decirse, eso solo paso una vez en The Meaning of Live.Hay cada guionista! se les ocurre cada cosa, que podría inspirar una peli que se podría llamar por ejemplo "Buscando al Memo" ..del guionista.
ResponderEliminarQue Malo soy.
El Chatarrero