sábado, 30 de octubre de 2010

MUJERES DE EL CAIRO


La película egipcia denuncia a través de varios personajes, entre ellos una dentista, la situación de constante humillación que sufren las mujeres en este país

La dentista representa aquí el papel de mujer instruida, de clase social alta, de familia con dinero... Como vemos, los tópicos en cuanto a nuestra profesión son iguales en cualquier lugar del mundo

Tenemos pocas oportunidades de ver cine egipcio en España. En 10 años sólo hemos podido ver dos películas de este país. La primera El edifi - cio Yacobian y ahora Mujeres del Cairo. Hemos tenido la suerte de que en muchos cines de nuestra geografía hayan decidido pasar esta película en versión original. Y esto, que siempre es lo ideal, es aún más importante en cintas como ésta cuyos diálogos, excesivamente artifi ciales para el gusto occidental, resultan mas creíbles cuando no están dobladas.
Hebba es presentadora de televisión. Su programa, en el que se trata a veces de temas políticos (pero, ¿qué no es política?), molesta a los jefes de su marido e impide el ascenso profesional de éste. Ante la insistencia de su marido, Hebba decide cambiar el tono de su programa y centrarse en problemas femeninos. Empieza a entrevistar a mujeres para que cuenten sus vidas ante las cámaras. Son en realidad tres historias de amor en las que, independientemente de la clase social a la que pertenezcan sus protagonistas, en todas se demuestra la terrible difi cultad que tienen las mujeres para ejercer sus derechos en el mundo árabe. Es, pues, cine de denuncia y es importante que este grito contra este estado de cosas pueda llegarnos desde el mismo Egipto.
Volviendo a nuestra película, no os impacientéis, también se habla de dentistas. De hecho, el tercer personaje que participará en el programa de Hebba, y que contará sus problemas ante la cámara, es una dentista.
La dentista representa aquí el papel de mujer instruida, de clase social alta, de familia con dinero -como vemos, los tópicos en cuanto a nuestra profesión son iguales en cualquier lugar del mundo-. Su consulta coincide con lo que se espera de su estatus social, y podría ser la de cualquiera en cualquier país occidental.

ASESORAMIENTO
Un detalle gracioso es la manera en la que va vestida la auxiliar: de blanco, con pañuelo islámico a la cabeza, pero con un lacito rojo al cuello -curiosa caricatura-. Otro pequeño apunte: la dentista se pone los guantes para atender a su paciente, luego con los guantes ya puestos coge una tarjeta que le entrega el paciente y por último se ajusta la mascarilla. Creo que los directores de cine deberían tener a algún dentista que les asesorara mejor para no cometer estos errores que, aunque no son perceptibles por el gran público, sí lo son por los que nos movemos en ambientes sanitarios.
El diagnóstico que le hace la dentista al paciente es muy extraño. No tiene ningún sentido: una caries, un blanqueamiento y un tratamiento de ortodoncia. Y es el paciente quien decide: “Hágame el blanqueamiento que es lo más corto”. Al principio, y vista la escena anterior de los guantes, lo primero que se piensa es que ciertamente se ha rodado la escena sin asesoramiento. Más tarde vemos que no.
En realidad el paciente se hace pasar por tal para buscar el acercamiento y la relación con la dentista y cuando ya ha conseguido una cita con ella, es cuando se nos aclara que la cita en el consultorio dental era una manera de conocerla. De hecho, la dentista hace ese diagnóstico para demostrar que se ha dado cuenta de que no presenta ninguna patología y que ha recibido el mensaje de que quiere salir con ella. Sorprendente manera de “ligar”… Sin embargo, nuestra dentista no tendrá mejor suerte en su vida que las anteriores mujeres. Sus diplomas, sus títulos, su familia, su dinero, no podrán evitar las humillaciones a las que se verá sometida.
Permitidme que hoy esta columna tenga un toque muy feminista y me solidarice con tantas mujeres que hoy en día, sólo por eso, porque son mujeres, siguen siendo víctimas, consideradas ciudadanas de segunda categoría, y viviendo en condiciones de semiesclavitud. ¿Cómo podemos seguir tolerando esto?

1 comentario:

  1. Se entiende perfectamente tu indignación Cibela, tu no eres feminista, eres muy joven,y" crees todavía en la revolucion "como decía el poeta. Como has visto cambios en Europa y en otras partes del Mundo, imaginas que en los países islamicos esto debería cambiar y te preguntas hasta cuando.Pasara mucho tiempo, es problema cultural basado en una religion que dice que un hombre es mas que una mujer, y eso se predica hoy mismo.Es verdad que si la mujer viene de una familia con dinero lo lleva mejor, pero hasta que no se vea,ni el dinero ,( cosa seria) te permite luchar contra sistemas tiránicos y salvajes.
    Estan asi que se permiten hacer una pelicula "critica" con su cultura por que saben que no pasa nada ,cuanta gente piensas que la vió en Egipto ?, es for export, para que veamos que todo cambia , no me rió por que se me afloja el puente, a ver si llamo al dentista la semana que viene.

    Cambiando, la peli no esta mal y concuerdo contigo en el comentario.
    El Chatarrero

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