SITGES 2010: SANGRE, INCISIVOS Y HUMOR
Dos de las películas presentadas en el Festival utilizan estas piezas dentales como recurso cómico |
Hace un año que, desde esta columna, comentábamos el Festival de Cine Fantástico de Sitges 2009. Hablamos entonces de caninos ya que, en efecto, lo mas clásico en cine de terror son los vampiros. Sin embargo, Sitges, como muchos creen (o creíamos) antes de haber asistido, no es un festival de cine de terror. Por supuesto que en Sitges se puede pasar mucho miedo, pero Sitges es sobre todo cine “fantástico”. Y aunque pueda sonar raro, suele ser muy divertido. El ambiente es muy especial y, desde luego, hay muchas ocasiones para reírse. Este año quiero destacar dos películas que no hablan de caninos sino, curiosamente, de incisivos. Así como los caninos hipertróficos nos remiten inconscientemente a Drácula, los incisivos, si se exageran, suelen ser un recurso cómico. REMAKE La primera película que quiero recomendar es A Woman, a Gun and a Noodle Shop. Se trata de un pseudoremake chino de la película de los hermanos Coen Sangre fácil y, aunque esta película va mucho mas allá del remake, el argumento es básicamente el mismo. Los pequeños “añadidos” funcionan. El bar de Sangre fácil es aquí una especie de fonda de noodles; el coche, un carro tirado por un caballo; del paisaje de Texas nos trasladamos a la China feudal, y así el director va transformando cada detalle de la película que le sirve de guía. Además, aparecen aquí dos personajes cómicos: una pareja de sirvientes: él con unos incisivos dignos de Bugs Bunny y ella con unas trencitas a lo Pipi Calzaslargas. No es que estos personajes tengan especial relevancia, pero sí merece la pena destacar cómo esos incisivos centrales con los que el director da personalidad al sirviente llaman poderosamente la atención y dan el tono cómico de este colorido remake. En una de las escenas y como era de esperar, uno de los dichosos incisivos sale volando y la cámara sigue perfectamente el vuelo de esta pieza dental. En fin, una película totalmente recomendable, divertida y, por supuesto, sangrienta. CARNE DE NEÓN La otra película de la que os quiero hablar es Carne de neón. Es la historia de un joven, Ricky (Mario Casas), que ha vivido abandonado desde pequeño y cuyo sueño es abrir un puticlub, el Hiroshima. Ricky quiere dejar su trabajo en la calle y montar un negocio propio que sea, al mismo tiempo, un regalo para su madre, una prostituta (fascinante interpretación de Ángela Molina). Ricky quiere que su madre regente el club cuando salga de la cárcel. Pero las cosas se complicarán por el hecho de meterse en el terreno de las mafias de la prostitución y por el alzheimer de su madre (¿o quizá esto sea una solución?). ¿Y en qué parte de esta película vamos a hablar de dientes? Pues otra vez se trata de incisivos. Tenemos un matón, del tipo del gigante que conocimos en el 007 con la dentadura de metal. Es un tipo que da miedo pero, cuando más miedo debería dar, al enseñar los dientes, no podemos por menos que soltar una carcajada cuando vemos que lleva grabado en sus incisivos la palabra “loco”. También hay sangre y muertos, pero el humor no falta. Así que sangre, incisivos y humor. ¡Hasta el año que viene, Sitges! |
lunes, 28 de febrero de 2011
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Hola Cibela, en las historia del cine los dientes sean utilizado paara muchas cosas, pero sobre todo para el miedo.Como tu comentabas el señor de los dientes de metal de las pelis de 007, pero mucho antes tenemos los dientes muy, pero que muy feos y seguramante amarillos(la peli era en blanco y negro) del amigo Lon Chaney en el Fantasma de la Opera de 1925 o los del primer Nosferatu de Murnau.Aunque me dan mucho mas miedo los dientes de algunos amigos , sobre todo cuando insisten el compartir el mismo vaso en San Fermin, esos si dan miedo los otros son de ficción ojalá fueran al ver al dentista y no esperaran a que les venga el dolor .Esos cococobardes no le tienen miedo a los dientes le tienen miedo a la jeringa.Pero es cosa curiosa una vez vi en Madrid en una subasta importante de cuadros a un hombre bien trajeado, buena corbata, un reloj de los guay y cuando abrió la boca le vi hasta la campanilla, le faltaba todo el "Comedor" como se dice en el Rio de la Plata a los dientes de delante, no le quedaba ni una" silla," pero el era feliz ,se sentia elegante , en fin.
ResponderEliminarImagino que la señora que fuera a besarlo no encontraría ningún obstaculo en caso de darle un beso tipo Roolling , eso si que da miedo, uy uy lo dejo.
Los dientes pueden dar miedo, pero su ausencia otra cosa.
El Chatarrero